Tiempo estimado de lectura de 3 a 4 minutos

Explicación
Escrito por sumi mia

Este capítulo se basaba en mi explicación de porque hacía mi relato así, lo quería conseguir.
Me criticaba, me tiraba a mí misma, me hacía de todo…. Unas salvajadas... que es mejor no escribir.

¿Y todo esto a que viene?.
Me he tenido que quedar encerrada en el coche porque comenzó a llover.
Mi vecino no me avisó de que fregó el patio ayer y no me he traído paraguas.
Aquí es tradición de que se friegue el patio, los cristales o el coche y comience a llover solo por joder y lo tengas que hacer otra vez. Hasta el agua tiene mala leche.
Digamos que me he visto encerrada en el coche, viendo llover, sin poder moverme, hasta la hora de entrar al trabajo.
Me he puesto chorreando también lo diré.
Como no tenía nada mejor que hacer, me he puesto a leerme.
Mientras ponía mala cara, escuchaba las gotas caer, pa pa pa en el cristal del coche.
Cerré los ojos y me vinieron dos imágenes, la lluvia y la Alhambra de noche.
Sentí el silencio… y lo noté.

Estaba sentada en el borde interior de la ventana, viendo cómo caían las gotas en los árboles, podía oler la tierra mojada.
Escuche los caballos y a los hombres de mi padre.
Nabil me observó desde abajo, antes de bajar del caballo, a mí solo me cubría tela fina, aunque esta, no dejaba nada a la imaginación, se me transparentaba todo.
Tenía que ponerme algo más moderado, sabía que él subiría a mí habitación.
Aunque para mí estaría bien para darle en los ojos, no quería arruinar mi reputación.
Cuando le vi entrar a Palacio, busqué en mi armario, un vestido que cubriera mi piel y la ropa interior.
No tardó mucho en llegar a mí cuarto, había logrado cambiarme en pocos minutos.
-Buenas noches Malak-me dijo el desde la puerta
Me molestó que pronunciara ese nombre, pues sólo él y mi padre, me llamaban así.

-Buenas noches Nabil, ¿Que te trae por aquí?-le mire con superioridad
-Has rechazado a otro-me dijo serio
-Pues si, era demasiado estúpido-le dije molesta
-Sabes que si sigues así te pondrán en subasta ¿no?-me observo advirtiendo del estado de la situación
-¿Vienes a darme una de tus charlas?-me cruce de brazos
-Quiero ofrecerte algo
-¿Y es?-dije borde
-Tu padre me ha pedido que te enseñe como a mis hombres, pero ya le he dicho que eso no haría eso, que debería ser algo adaptado, más acorde con la situación.
-¿Por qué iba a dejar que me enseñaras?
-¿Prefieres que te subasten?-
-prefiero que me dejéis en paz
-Si consigues que me canse, hablaré con tu padre, si te doblego y te meto en vereda, te casaras con el que te manden.
-¿Está adaptado?-le mire dispuesta, he conseguido burlar a todos y torearlos.
-Si, totalmente adaptado a una princesa
-Acepto-dije llena de energía
-Tienes treinta lunas antes de que te arrastre por todo el el pueblo.
-¿Como dices?-dije sorprendida y enfadada a la misma vez
-Ya me has oido-dijo serio
-¡Guardias!
Los guardias entraron con unas cadenas, observaron a Nabil.
-Lo habéis escuchado, ¿No?-les miro tranquilo
-Sí Señor-le contestaron ellos


Pusieron las cadenas en el suelo
-Lo sentimos Señora-dijeron saliendo de la habitación
-¡Guardias!-vuelvo a gritar
Al principio sentí como si estuviera perdida, pero sabía que podía contra él.
-No te tengo miedo-le dije confiada
-Hoy dormirás en el suelo-no se había movido
Me fui hacía él y me puse a escasos centímetros.
-No voy a dormir en el suelo-intente intimidarle
Sin que me diera cuenta y distraída con su mirada, me agarró con sus fuertes manos, me doblo por la espalda y me ató con esas frías cadenas, estaban heladas y chocaban con mis tetas y mi coño, menos mal que llevaba bragas, empujó mi cuerpo y me tiró al suelo.
-¡Sueltame!-le dije muy cabreada
Me agarró por las cadenas y puso mi culo en el filo de la ventana, dejando sólo medio cuerpo dentro.
Me caía la lluvia, ¿Que estaba haciendo?, No podía agarrarme, caería al suelo.
Estaba empapada, ah las gotas de agua recorrían mi cuerpo, mis pechos estaban congelados y mis pezones tiesos.
-Me caeré al suelo-le grite
-No te muevas y no irás al suelo
-Hare que te maten por esto
-¿Dónde está ese pijama que tenías antes puesto?-me observo
El muy cabron, no me estaba agarrando y solo se preocupaba por mi vestido.
-Contesta a mí pregunta-el levanto un poco mis pies del suelo
-En el armario-dije con un grito,que subidón me dio al pensar que estaba apunto de irme al vacío.
El abrió mi armario y observo mis vestidos.
-Son muy bonitos-dijo tocandolos
Los agarró y los lanzó por la ventana de la habitación.
-Aunque ahora, te vestiras como te diga yo
Quitó mi ropa interior y también la lanzó
-son mis vestidos, mi ropa interior
-menudo desperdicio-dijo mientras me observaba
No tenía perdón, estaba cada vez más empapada, mi pelo, mi camisón y quizás también mi coño.
Pero era a causa de la lluvia, eso era seguro.
Cuando se canso de observarme en esa situación, me metió dentro y me coloco en el suelo de nuevo.
-Mañana empezará tu entrenamiento, treinta lunas, darán comienzo.

Cuenta atrás (capítulo 2)

Treinta lunas (capítulo 3)

Treinta lunas (capítulo 4)


Licencia de Creative Commons

Explicación es un relato escrito por sumi mia publicado el 11-08-2020 19:41:00 y bajo licencia de Creative Commons.

Ver todos los relatos de sumi mia

 

 

23 No me gusta0
Comentarios  
Ramon70
+9 #2 Ramon70 12-08-2020 18:27
Muy sutil pero tiene su punto
Valle
+10 #1 Valle 12-08-2020 13:03
Es muy profundo y me gusta muchísimo
PARTICIPA!! Escribe tu opinión

MÁS RELATOS

 Amal, el tendero
 Escrito por Lena

 Tu sumisa esclava 4
 Escrito por Nenapeke

 La nueva vida de rosa
 Escrito por malvado diplomatico

 El secreto de Naima (II)
 Escrito por Arwen perra de Nazgul



   ACCESO USUARIOS

   
   
   
   BÚSQUEDA AVANZADA