La niñata no se corría
Escrito por DUROPEROJUSTO
La siguiente historia es real y va de como acabé sometiendo a mi antojo a una cría.
Empezaré describiéndome, soy un chico normal, con algún encanto, 1,80 y bien dotado. En aquella época estaba de encargado en mi trabajo y entró con nosotros una chica nueva, llamémosla Fatima. Fatima es musulmana, muy joven y divorciada. Se había casado siendo menor con un vecino musulman, quien una vez casados y habiéndola desvirgado, empezó a ignorarla. Él quería una esposa modelo y follar con zorras. Y a eso se dedicaba, así que ella optó por divorciarse, aun suponiendo eso un estigma para su familia.
Al principio no me llamó demasiado la atención, una niña mona, buen cuerpo, tetas pequeñas, piel oscura y llevaba pañuelo. Pensé: en tanga y a 4 patas tiene que estar bien, pero poco más. Yo me encargaba de orientarla en algunos aspectos laborales y poco más, la verdad es que aprendía pronto y no tuve que regañarle en ninguna ocasión.
Poco a poco ella cogió confianza y me fue contando su vida, su divorcio, como se paseaba delante del marido provocando y él la ignorabaY lo mas importante: COMO HABÍA GUARDADO SU VIRGINIDAD PARA QUE LA FOLLASE UN SOLO HOMBRE TODOS LOS DÍAS Y HABÍA ACABADO MASTURBANDOSE A DIARIO MIENTRAS SU MARIDO LA IGNORABA.
Me he criado en entornos multiculturales y he viajado mucho, por lo que conozco muchas culturas, entre ellas la musulmana. Cuando empezó a soltarse, en vez de compadecerme me reía de ella. Le dije que los musulmanes quieren casarse con santas y follar con las demás, que las mujeres están reprimidas y que por no saber no saben ni lo que es un buen polvo, al no ser que sean de las que usan ellos para follar sin casarse que esas aprenden rápido y bien. Fatima se puso echa un basilisco y acabó diciendo que los hombres éramos incapaces de hacer que se corriese, que para eso necesitaba una lengua o un dedo pero con una polla era imposible. Me reí tanto en su cara y la ignoré de tal forma, que se puso roja de rabia.
Los días siguientes le noté el cambio de actitud, venía algo más ceñida, se le soltaba el pañuelo, intentaba provocar y buscaba complicidad. Yo lo tenía claro, ella había decidido mostrarme que tenía razón y pensaba que iba a follármela. Pero en cambio, solo la ignoraba o le decía cosas estrictamente laborales. Asi estuvimos unos diez días y cada vez ella era menos discreta. Un día en el almacén estando solos, se armó de valor y me empezó a rozar "sin querer", como seguía ignorándola, me llegó a decir que le dejase mover unas cajas, que lo mismo me hacía daño a mi edad. Ahí vi que era el momento:
- ¿Crees que eres más fuerte que yo?
- Puedo contigo con una mano, respondió ella.
- ¿ y ahora?. La tiré al suelo reteniéndola con las manos y me subí en su vientre. Ella estaba roja de excitación y tan solo me miraba a los ojos. Cuando pasaron 20 segundos me levante y la levanté a ella diciéndole: espero que hayas aprendido la lección. Note en su cara como esperaba que me la follase ahí mismo.
Esa noche, estando en casa me mandó un whatsapp:
- No te habrás hecho daño al tumbarme.
- crees que me ha costado.
- Creo que debería haber acabado de otra forma.
- Lo sé, pero yo no quiero follarte. No me gusta echar un polvo en un almacén de prisa y corriendo, ni follar como tú follas.
- Tú que sabrás como follo.
- Follas como la niñata que eres, como una divorciada que nunca se ha corrido bien, Si quieres que te follé será a mi manera y con mis normas.
- Y cuales son esas normas.
- Solo follaras conmigo y yo con quien quiera, la primera vez será en un hotel fuera de la ciudad donde nadie nos conozca y estaremos toda la noche, harás lo que te pida y cuando te lo pida y te correras como nunca.
- Está bien, dime día y hotel.
Quedamos ese mismo viernes, en un pequeño hotel. Le dije que me mandara un whatsapp con el número de habitación cuando estuviese en ella y que llevase ropa interior de encaje pero fuese vestida como siempre. a las 21 de la noche me mando el mensaje con el número de habitación, llegué sobre las 21:35, quería tenerla nerviosa. Cuando pegue me abrió vestida y maquillada.
- La agarré del pelo y le comí la boca con brusquedad, ella solo gemía. Saqué mi móvil y lo puse en la mesita de noche grabando.
- ¿qué haces?
- Voy a grabar el primer orgasmo con una polla de mi nueva zorra. Si al acabar no quieres repetir te dejaré borrarlo y nada de esto habrá pasado, si no, serás mi puta.
- roja como un tomate dijo en voz baja: vale.
- Desnúdate!
- Se quedó en ropa interior. Tenía un culazo increíble y llevaba un liguero que quitaba el sentido.Mientras me fui desnudando, hasta quedarme totalmente en pelotas. Me acerqué a ella, le cogí el pelo y le dije: Cómetela.
- Ella, sorprendida por el tamaño, empezó a chuparla. No, no era una experta, no le entraba ni la mitad y lo hacía con miedo. Pero eso no era lo importante. Ya aprendería.
- Le solté el pelo, le di la vuelta, le desabroche el sujetador y empece a comerle desde el cuello hasta el culo, sin quitarle el tanga, ni el liguero. Ella solo gemía y gemía, se le notaba a 100 y ni quería que se corriese así que decidí quitarle el tanga, darle dos lametones bien dados a su coño. un coño jovencito, cerrado, con bello pero cuidado. Y acto seguido le di la vuelta.
- Conforme le empecé a dar restregones con la polla abriéndole los labios, gritó:
- Métela ya, por favor, no puedo más.
- Esto, solo acaba de empezar. Y la empalé, la empalé empezando suave y acabando para partirla mientras la miraba a los ojos.
- Ahhhhhahhahh fue lo único que dijo. Empecé a follarla lento pero fuerte, llegando hasta el fondo y sin parar de mirarle a los ojos.
- Mira al móvil, putita. Y conforme miraba...
- Diossss, ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh. Se estaba corriendo, no llevábamos ni cinco minutos y se estaba corriendo como una loca.
- Ves niñata, como no sabes de nada.
- Sonrió y dijo: si maestro.
- Le di un pequeño pellizco en su pezón hinchado, tenia pequeñas tetitas pero pezones duros, y le dije: Sí, amo.
- Una vez se recuperó del orgasmo, cogí el mvil, pase a grabar yo y le dije: Cómetela entera que yo aun no me he corrido.
- Empezó a chuparla con más ganas, mi mano empezó a marcarle el ritmo y de vez en cuando la bajaba a comerme los huevos. Así estuvo unos minutos hasta que me corrÍ en su cara, el primero fue a los ojos y el resto donde cayó. Me encargue de que quedase bien grabado.
- Tira al baño y metete en la ducha, Zorra.
Ella obedeció.
FIN
Aun pasaron cosas interesantes esa noche, pero eso será para otro relato.
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