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Aventura 3: Mi primera experiencia lésbica continua…
Escrito por Celeste Corrales

Ya les había contado anteriormente sobre mi primera experiencia lésbica con Pilar; la chica que conocí en la fiesta que dio Karla. Recuerdan que mientras estaba disfrutando de los placeres sexuales con Pilar vi a Karla espiandonos... Aquí les cuento lo que sucedió a raíz de eso; espero lo disfruten....

Comenzaré por describir a Karla. Ella es una mujer hermosa, de cabello largo negro oscuro como la noche, ojos azules, piel blanca y un cuerpo muy bien dotado, unas curvas prominentes sin ser exagerada. Tiene unas tetas grandes y un culo también bastante bien formado, estatura media y lindas piernas, no es una mujer atlética, pero está bastante bien. Somos amigas desde la adolescencia y nos tenemos mucho cariño y confianza, aunque nos contábamos nuestras aventuras nunca habíamos espiado la una a la otra; pero esa noche verla espiandonos, les confieso que me excitó.

Cómo recordarán Pilar y yo cuando nos dispusimos a dormir lo hicimos desnudas y solo nos cubrimos con una sábana delgada pues estábamos en verano y hacía bastante calor.

A la mañana siguiente más dormida que despierta empiezo a escuchar unos leves gemidos, unas risitas muy suaves y alguien que decía silencio que se va a despertar mmmm.

Por unos instantes pensé que estaba soñando así que me mantuve con los ojos cerrados esperando a las imágenes mentales de mis sueños, pero estás no llegaron. Ya entre mi conciencia más despierta, logro distinguir los gemidos y las voces. Eran Pilar y Karla que estaban besándose con las piernas entrelazadas haciendo suaves movimientos pélvicos para rozar sus coños uno contra el otro tratando de que no me despertara.

Así que decidí abrir muy poco los ojos para poder verlas sin que me descubrieran. Pilar manoseaba aquellas tetas grandes de Karla, le pellizcaba sus bien formados y parados pezones mientras que Karla gemía con su boca pegada a la de Pilar y apretaba su culo amasando sus nalgas y a la vez presionando su coño contra el de ella.

Al mirarlas solo pensé, cómo es que sin querer siempre termino en situaciones sexuales tan excitantes, mientras las miraba recordé que Karla siempre había manifestado su inclinación a la sumisión y por lo que había podido apreciar hacía unas pocas horas, Pilar también.

Así que tenté a mi suerte, me puse de pie y dije:

C: Eso no se hace, dejarme por fuera de eso tan rico que están haciendo. Merecen un castigo.

C: Las quiero a ambas de 4 para darles un par de palmaditas en esos traseros.

Tal y como esperaba que sucediera, ambas sonrieron y se pusieron en la posición que les había indicado.

Al tenerlas a mi disposición dije:

C ¿Karla consideras que has sido una mala chica? ¿Cuántos azotes crees que te mereces?

K : Las que mi bella ama consideré.

C: Buena respuesta.

Mi respuesta fue acompañada de una palmada suave en sus nalgas .

C: Y tu Pilar que tienes que decir?

P: Si, no fue correcto y debo ser castigada.

En el caso de Pilar procedí a darle también una palmada para posteriormente pasar mi mano por su coño y confirmar lo caliente que la había puesto esta situación.

Camine aún desnuda al otro lado de la cama y le di a lamer a Pilar sus propios fluidos, lo cual hizo con esmero y con el mismo rostro de deseo y pasión que había visto hacía poco tiempo. Mientras tanto, en mis adentros pensaba que definitivamente necesitaba un delicioso pene para saciarme.

C: Karla ve y trae todos tus juguetes sexuales que los vamos a necesitar. Ella obediente salió de la habitación para satisfacer mis deseos.

Al regresar traía varios consoladores de distintos tamaños, pero el que más llamó mi atención, era uno de color negro que contaba con un arnés y era de un tamaño superior al promedio.

C: Vaya, vaya lo que tenemos por aquí. Pilar con cuál de estos consoladores te gustaría que Karla te diera placer.

P: Estoy ardiendo. Quiero el más grande.

C: Karla es tu deber provocarle muchos orgasmos a nuestra nueva amiga.

Karla, tomó el consolador más grande, lo humedeció con sus labios y lo introdujo de un solo golpe en el coño de Pilar que estaba tan húmeda que entró resbalado, la cual gimió de satisfacción mientras que Karla comenzaba a introducir y sacar el consolador con más velocidad en cada embestida.

Por mi parte, yo me masturba lentamente de pie con mis dedos, mientras que observaba la escena propia de una película pornográfica.

En un momento dado, Karla comenzó a acariciar los pezones de Pilar, provocando un intenso orgasmo, su cuerpo se movía y se podían apreciar sus fluidos saliendo de su coño.

Recordé, el consolador con el arnés, por lo que procedí a colocarlo y para mí satisfacción me quedaba perfecto, con una protuberancia que daba justamente en mi clítoris. Sabía que en cada movimiento me daría mucho placer.

Lo primero que hice fue pedirle a Karla que lo chupara como si se tratará de un rico caramelo, luego le pedí que se pusiera en 4 y procedí a penetrarla primero muy despacio y después con más intensidad. Pilar sin decir nada, comenzó a lamer y chupar mis tetas así como acariciar mis nalgas, en determinados momentos sus dedos bajaban hasta acariciar e introducirlos en mi coño húmedo y caliente de tanta excitación, yo abría más las piernas y levantaba más el culo para que ella pudiera acariciarme con mayor facilidad; después de unos minutos tuve un delicioso orgasmo, que provocó que cayera rendida sobre Karla, lo cual aprovechamos para besarnos intensamente por un largo periodo.

El orgasmo y los besos de Karla en lugar de bajar mi temperatura, más bien la incrementó, por lo que solicité a Karla que me quitara el arnés y se lo pusiera ella y que se acostara en la cama con su pene artificial apuntando al techo.

Yo me senté contra ella y comencé a masturbarme con ese pene negro y grande mientras, Pilar chupaba las tetas de Karla y ella a su vez acariciaba el coño de Pilar con uno de los vibradores, Pilar no dejaba de gemir y mover su culo parado demostrando lo mucho que estaba disfrutando de ese vibrador, los pezones de Karla estaban tan duros de las caricias recibidas con la boca y lengua de Pilar, toda aquella escena estaba cargada de erotismo, yo ardía de tanto placer contemplando esas imágenes y sintiendo ese pene de plástico en mi clítoris hinchado.

Cuando sentí que iba a alcanzar un nuevo orgasmo gracias a las caricias que me hacía con el consolador, me lo introduje de un solo golpe, justamente cuando estaba iniciando el orgasmo. Pilar y Karla, me volvieron a ver sorprendidas por la intensidad de mis gemidos y la descomunal corrida que me ocasione, estaba completamente excitada no podía aguantar más, mi cuerpo se movía al ritmo del orgasmo, mi coño palpitaba y mis fluidos no dejaban de salir, como lo disfruté!!!.

Quedando totalmente satisfecha me retiré en busca de una refrescante ducha, mientras mis amigas seguían besando y tocándose disfrutando de sus cuerpos y de la excitación que mi orgasmo les provocó.


Licencia de Creative Commons

Aventura 3: Mi primera experiencia lésbica continua… es un relato escrito por Celeste Corrales publicado el 17-11-2020 13:05:54 y bajo licencia de Creative Commons.

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