Treinta lunas (3)
Escrito por sumi mia
En su mirada encontré deseo y satisfacción a la vez, no sabía que pasaría en aquel momento. No sabía lo que podía suceder. Pero me armé de valor, mordí el plato, aún llorando por dentro y lo lance lejos. Todo se derramó por el suelo.
Le miré desafiante, ya no podría hacerme comer.
-No sabía qué preferías comer del suelo, como si fueras un cerdo.-dijo mientras me agarró del pelo.
Mi cara fue arrastrada por el suelo, me llené de comida, hasta el camisón que llevaba puesto.
Me levanto la cabeza tirándome del pelo.
-Tendre que lavarte de nuevo.-dijo observándome.
-Se te pone la polla dura cuando haces ésto-le fulmine, no aguantaría mi lenguaje obsceno.
-¿Quieres ver cómo de dura se me ha puesto la polla con tu comportamiento?-me arqueó la ceja
-Nunca querría verlo-le grité ofendida
-Muy bien, entonces veremos cómo de mojado se te ha puesto el coño comiendo del suelo.-me lanzó sobre la cama.
Rompió mis bragas y dejó mi coño al descubierto.
-Chorreando- Comentó al verlo
-Te van a matar por esto-le dije más cabreada aún
-Vamos a comprobar cómo está de abierto-dijo paseando por la habitación.
-Esta totalmente cerrado-le grite, aunque sabía que era tarde para eso
-¿Que podría usar?, ¿Algo gordo?, ¿Fino?, ¿Quizás intermedio?-toqueteo todo.
Observó una de las velas que tenía en mi cajón y la cogió, era de las finas.
-Perfecto-dijo mientras se acercó de nuevo.
Comenzó a meter la parte más fina de la vela por el coño, fingí dolor como si fuera la primera vez que me estuvieran penetrando.
El paro y la sacó de nuevo.
Había conseguido que dejara de penetrarlo.
-Se que no has follado con un hombre-dijo mientras metió la parte más gorda de la vela de golpe- ahora quiero saber con qué te has penetrado el coño, con que te has dado placer.-dijo mientras encendió la vela.
Se sentó a mi lado observando mi cara.
Me había descubierto, pero, ¿Cómo?.
-Me golpeé el coño montando a caballo-me excuse.
-¿Tan abierto?-dijo mientras me tiraba la cera por el coño.
-No voy a decirte nada, puedes hacerme lo que quieras-dije muerta de placer
Sacó la vela y recogió parte de la comida del suelo, la introdujo dentro de mi coño y me vendó los ojos con los restos de las bragas que había roto.
-Puedes pasar-dijo serio.
Escuché unos pies descalzos, era alguien delgado por el sonido.
Sentí una lengua acariciar mi coño.
¿Qué era eso?, La sentía tan caliente.
-Limpialo-dijo Nabil
Esa lengua recorría mi coño, limpiandolo.
¿Quizás sería el mismo Nabil?, Escuché unos pasos.
Aunque solo me acariciaba, parecía que cada vez estaba más dentro de mi coño.
Me retorci como pude, jadeaba, quería montarme encima de esa lengua.
Pero quizás Nabil no me dejaría, ¿Sería un chico?, ¿Una chica?.
Mi cabeza intentó colocar a un chico en ese momento.
Pero parecía que era demasiado delicado.
Así que imagine que era una chica, la que me estaba probando.
¿Como seria?, ¿Tendría buenas tetas?, ¿Sería la mujer de Nabil?.
Esa persona seguía con la lengua, entonces sentí sus dientes clavándose y tirando de los labios interiores.
-Joder-Se me escapó.
No sabía si Nabil se lo estaba indicando.
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