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Compromiso
Escrito por David

La confianza se sustenta en el cuidado de los detalles vividos en el día a día. Las relaciones crecen por la dedicación mutua y la fuerza del compromiso que crea el amor. Pero no todo es tan fácil...

Serían las diez de la noche de un día cualquiera de agosto, pero era mucho más importante de lo que parecía porque eran ya treinta días sin tener un momento de intimidad con su Amo y Señor. Habían puesto como condición cuando se conocieron, ya hace diez años, que nada podría separarlos más de esos días. No entendía cómo cada noche desde las últimas veintinueve estaba durmiendo sola sin poder acariciar su piel y sentir el latido de su corazón al apoyarse sobre su pecho. Sabía que eran dos personas ocupadas por la exigencia de sus respectivos cargos. Tendría que contentarse con saber que cuando llegase la recompensaría con un beso de buenas noches y él escucharía sus dulces suspiros que a veces brotaban de sus labios mientras estaba dormida. Siempre había sido tan romántico que no entendía lo que podía estar pasando para no respetar la norma más básica e inquebrantable que había forjado su relación, el cuidado de la pareja. Además, estaba nerviosa, ya que, a la mañana siguiente tenía una reunión muy importante con la posibilidad de empezar a colaborar con una empresa líder en su sector. Así que se había puesto su fetiche de la suerte, un pijama de unicornio, para animarse un poco.

Se había dado por todo el cuerpo la crema hidratante. Programado la alarma bien temprano para llegar antes de lo habitual a la oficina. Apagó la luz y a oscuras observó el vacío a su lado izquierdo. Se giró hacia su izquierda y con la mano derecha surcó las sábanas buscando toparse con él. Suspiró con una mezcla de incredibilidad y pena. Cerró los ojos queriendo sentir su olor y el sabor de sus labios. Y sin quererlo murmuró.

-Cariño… ¿Dónde estarás? - Salió de su boca en un anhelo de escuchar su respuesta.
- Aquí amor – Susurró en su oído.
-¡¡ Dios !! -En un grito casi mudo- ¿De dónde has salido?
-He podido acabar la reunión a tiempo de llegar a darte tu merecido beso de buenas noches.
-Sabes que con eso no arreglas veintinueve noches de ausencia.
-Lo sé cariño, pero sabes que estoy trabajando en un proyecto muy importante.
-Ya, pero hace diez años nos embarcamos en el proyecto más importante de nuestras vidas con una norma muy clara. Y estás a menos de dos horas de incumplirla.
-Lo sé y me duele mucho.
-Con dolor no arreglas nada. Tú sabrás dónde están tus prioridades. Además, mañana tengo una reunión muy importante y necesito dormir.
- Entonces sí es una cuestión de prioridad – Respondió de forma seria.

La luz tenue que entraba por el hueco que dejaba una persiana casi totalmente bajada le permitió ver cómo entraba en el baño a oscuras. Escuchó como se lavaba los dientes, meaba y tiraba de la cadena. Abrió la puerta del baño con la luz apagada. Se acercó de nuevo a ella.

-Son las diez y cuarenta. Quiero que salgas de la cama y te pongas de rodillas. – Me indicó con voz firme
- ¿Crees que con eso vale? - Mientras se alejaba hacia el otro lado de la cama.
-Nunca he pensado que con una petición pueda someter tu rebeldía.
- ¿No te habrás olvidado de mi en veintinueve días?

Saltó sobre mí y me agarró del cuello lamiendo mi mejilla y mordiendo el lóbulo de la oreja

-No tengo intención de olvidarme de quién impulsa mis deseos más allá de mis fantasías. No hay ninguna otra.
-¿Y quién dice que piense que hay otra? - respondí separándolo con mis manos.
-Aquí tienes mi teléfono para que lo revises.
-Nunca lo he necesitado y no voy a hacerlo ahora. ¿Por quién me tomas? Somos uno y sé que jamás habría otra, pero me duele tu ausencia.
-Lo sé, cariño…lo sé.
-Pues no entiendo que lo sepas y estemos así.
-Bien. Sal de la cama -Lo indicó acompañado con un gesto con la cabeza.
-Para qué quieres que salga de la cama.
-Porque así lo quiero yo - Se le iluminaron los ojos al decirlo.

Bajé de la cama y me puse de rodillas con las manos mostrando las palmas hacia arriba, apoyadas sobre la parte superior de los muslos. Las piernas ligeramente separadas. Con la boca entreabierta y la mirada fijada al suelo.

-¿Así, Mi Señor?
-Muy bien. Perfecta.

Mi Amo y Señor se acercó hasta ponerse detrás de mí. Sentí como con la mano derecha buscaba hacerme una coleta y juntando sus piernas sujetarla. Con ambas manos ya liberadas colocó un pañuelo tupido tapando mis ojos. Lo anudó y soltó mi melena.

-Mejor así. Ahora te vas a poner de pie.
- ¿No le gustaba más de rodillas?
-Sí, pero ahora mismo tenemos que salir de la habitación.

Cogió mis manos y me ayudó a ponerme de pie. Me fue llevando hacia el pasillo y de ahí a la entrada. Oí como cogía unas llaves y abría la puerta de la calle.

-¿Dónde vamos? - Le pregunté contrariada.
-¿No lo sabes? - Respondió con alegría.
- No. Y sabes que odio las sorpresas.
-Ya. Siempre quieres tenerlo todo controlado. Pero de momento al coche.

Fuimos al ascensor y de ahí bajamos al garaje. Me llevó al coche. Ya estábamos dentro. Me puso el cinturón.

-No puedes bajarte el pañuelo.
-¿Qué quieres hacer? Me estoy enfadando y tengo sueño.
-Cállate. Ahora mismo harás lo que yo quiera.

Arrancó el coche. Salimos a la calle. Me invadía el sueño a pesar del enfado. Me acabé durmiendo.
Sentí que alguien tiraba del brazo y hacía frío.

-¿Qué..Qué pasa? - Medio adormilada pregunté.
-Es hora de bajarse del coche. -Me respondió mientras me quitaba el pañuelo-Está abierto el maletero y encontrarás una bolsa. Puedes decidir hacer uso de lo que hay en la bolsa o no.

Me acerqué al maletero y había una bolsa de deporte. Al abrirla había ropa cómoda deportiva, además de unas zapatillas.

-¿Vamos a hacer una ruta nocturna? Porque huele a bosque.
-Más o menos.
-Te recuerdo que mañana tengo una reunión muy importante.
-Lo sé. Pero ahora mismo es lo que quiero hacer.
-¿Una jodida ruta nocturna?

Se acercó a mí. Sacó de otra bolsa que había en el maletero el Collar que siempre usábamos en nuestros momentos de intimidad.

-Arrodíllate.

Lo hice y me colocó el collar. Después me dio una bofetada.

-No me vuelvas a hablar así. ¿Acaso crees que una reunión va a arruinar esta noche?
-No respondo, Mi Señor.
-Bien. ¿Quieres elegir?
-Seguiré con el pijama, pero usaré la sudadera y las zapatillas.
-Muy bien. Vamos a seguir ese camino. Yo voy a llevar la única linterna.
-Bien. Le sigo entonces.

Caminamos durante un par de kilómetros ascendiendo por una loma. Su linterna era la única iluminación ya que había luna cuarto menguante. Se oía el ulular de un búho.
Llegamos a una zona con unos pocos árboles junto a dos de ellos nos paramos.

-Bien. Hemos llegado. Son las once y cincuenta minutos.

Se acercó a la base de uno de los árboles y sacó una cadena de eslabones grandes. En medio de la noche sonó como un trueno. Se acercó a mí.

-Dame la mano izquierda.

Se la di y giro alrededor de mi brazo y antebrazo las cadenas. Estaban frías y mojadas. Usó una cadena más pequeña para introducirla por los eslabones y lo cerró con un mosquetón. Se movió hacia la base del otro árbol y de nuevo sacó otra cadena.

-Dame la mano derecha.

Realizó la misma operación.

Llevaba mi pijama de unicornio. En aquel bosque y en la noche fría de la sierra me parecía divertido.
Se acercó a mí y me quitó los pantalones sacando una pierna cada vez. Con una cuerda ató los tobillos a cada tronco. Me encontraba en una perfecta tensión.

-Si quieres mear puedes hacerlo en el mismo sitio. Si quieres beber sólo tienes que pedirlo.

Sentía como los mosquitos empezaban a picar mi culo.

-¿Mi Señor ha traído repelente para mosquitos? -Pregunté nerviosa mientras intentaba moverme.
-No.
-Mañana tendré otro motivo más para acordarme de Usted. ¿Le he dicho ya que mañana tengo una reunión muy importante?
-Por cosas del pasado estamos aquí. Por cosas que ocurrirán mañana no estás aquí ¡¡ Joder perra !! disfruta conmigo del presente.
-No puedo, Mi Señor.
-¿Por qué no puedes?
-Porque no sé qué hago aquí teniendo una casa maravillosa.
-¿Qué noche es hoy?- Respondió mientras negaba con la cabeza.
-No lo sé. ¿La noche previa a la reunión más importante que nunca he tenido antes?
-La noche con más intensidad de la lluvia de estrellas - Respondió elevando los brazos a la vez- ¡ ¡ Admira !!
-Pues muy bien, Mi Señor. Aquí atada me dejaré el cuello mirando para arriba. Sabe bien que se vería mejor tumbada en el suelo.
-Hay muchas formas de que puedas verlas. Además, por cada una que veamos te daré cinco azotes. Se esperan más de 100 por hora.
-Me ha parecido ver una, Mi Señor- Dije con tono juguetón.
-Empecemos- Dijo mientras se acercaba hacia mí.
-¿El qué, Mi Señor? – Mis ojos se abrieron con ansiedad.
- ¡¡¡ Por poner las estrellas a tus pies !!!- Con ligereza destapó una pantalla de cuarenta pulgadas en el suelo que estaba cubierto por lo que parecía una tela negra.
-Ooohhh ¿Cómo puede ser eso, Mi Señor? - Pregunté extasiada.
-Me han ayudado los sumisos de Carol. Y con ayuda de una pequeña instalación tendremos para mínimo una hora. Hemos colocado una cámara que nos da imagen del cielo.
-Ooohh… ¿Ha visto eso, Mi Señor? - Una sucesión de estrellas fugaces surcaron el cielo a cuál más brillante y rápida.
-Son bólidos, Mi perra. Hoy tenemos la noche para nosotros.

Sentí como su mano derecha acariciaba mi espalda y descendía llegando a su culo. Me sentía especial en ese momento tan bonito rodeada de naturaleza y viendo el maravilloso espectáculo de las perseidas. Empecé a sentir con gusto los azotes fuertes que Mi Amo y Señor adoraba darme como estímulo inicial.

Sentí como Mi Amo y Señor agarraba Mi pelo y tiraba de él.

-Ves como siempre eres y serás especial para Mí, Mi perra naos.

Sentí como su cuerpo estaba desnudo al abrazarme y agarrar con fuerza sus tetas, apretando sus pezones. Continuó azotándome con momentos de más intensidad. Estaba excitada y mojada. Cogió su pala y siguió tanto tiempo que estaba tan mojada que por mis muslos chorreaban todo el deseo acumulado. En un momento dado sentí como nunca su polla dura y erecta introducirse en su culo. Empezó a bombear y clavarse cada vez más profundo. Estaba perdidamente excitada y con tanto flujo que grité.

-Mi Señor ¿Me da Usted permiso para poder correrme?

Agarró de nuevo Mi melena y con fuerza respondió.

-Sí, Mi puta. Córrete para Mí, ¡¡ Vamos !!
-Mi gemido se escuchó salvaje y liberador.
-¡¡ Diosss !!- dijo Él mientras se corría y sentía las pulsaciones de su polla en mi interior.

Estábamos abrazados y unidos en la inmensa oscuridad de la naturaleza sólo iluminados por el espectáculo de las perseidas.

-¿Ya lo has pensado? - Preguntó Él jadeando.
-¿El qué, Mi Amo y Señor? - Respondí.
-El Deseo que vas a pedir.
-Que no acabe esta noche – Dije con los ojos cerrados
-Sabes bien que si lo dices no se cumple.
-Pues lo vuelvo a pedir- contesté abriendo los ojos buscando- Será por estrellas.
-Hueles tan bien, Mi naos. -Lo murmuró mientras besaba su Cuello.
-Gracias, Mi Amo.

Seguía abrazado a mí. Mis piernas aún seguían temblando del increíble orgasmo que había tenido, además de la tensión de la postura. Todo se acumulaba hasta el cansancio.

-Bueno, Mi puta – Dijo mi Amo y Señor.

Acercó su mano derecha hacia el mosquetón y lo quitó. Empezó a bajar mi brazo para liberar las cadenas que se iban desenroscando de mi brazo dolorido. El sonido de las cadenas al caer sonaba a melodía celestial en mis oídos. Mi Amo frotó y masajeó mi brazo. Continuó con el otro brazo haciendo el mismo proceso.

-Apóyate en Mí, Mi perra.
-Gracias, Mi Señor-Quería moverme y soltar la tensión de la postura. Estirarme y tumbarme.
-Perros, venid!!- Dijo Mi Señor.

Aparecieron de la nada los sumisos de Carol.

-Aquí estamos, Señor-Indicó uno de ellos.
-¿Tenéis todo preparado? -Preguntó Mi Amo.
-Sí, Señor.
-Serás su asiento perro, ponte a cuatro patas.

Mi Amo me dejó sentada sobre la espalda del sumiso de Carol. Continuó quitando las cuerdas para liberarme completamente. Mi culo estaba dolorido y ardiendo, casi no podía mantenerme sentada.

-Ahora Mi puta quiero que te tumbes sobre esa camilla boca abajo.

Así lo hice. Estaba preparada con una manta. Mi Amo aplicó una pomada sobre sus Glúteos.

-Vamos perros coger la camilla. Ya sabéis donde vamos

Ambos cogieron la camilla y me transportaron. Estaba tan cansada que con el movimiento de la camilla me quedé dormida.

-Buenas noches, cariño. -No sé si escuché en sueños.


Sonó el despertador. Estaba totalmente dormida y no sabía ni donde estaba ni qué día era. Sólo sentía el dolor en Su culo.

-Buenos días, amor. Hoy es el gran día. Ha venido la peluquera de Carol a hacer un milagro. Así que date una ducha y desayunamos rápido.

-Buenos días… ¿Pero dónde estamos?

-Estamos en una casa rural cercana que he alquilado para nosotros. La han acondicionado los sumisos según mis indicaciones.
-Así que ya lo tenías preparado.
-Habrá que celebrar el resultado de tu reunión ¿no?
-¿Sólo por eso? -Respondí sorprendida
-¿Tú qué crees?

-Después de la reunión te lo digo. -Respondí saltando de la cama- Voy volando a la ducha. Quiero un café bien cargado.

-Te espero en el salón cuando termines con la ducha.

Una ducha templada me ayudaba todas las mañanas a despertarme, pero con el frío todavía de la noche y la falta de sueño me sentía destemplada. Así que necesitaba una caliente reparadora.
Mientras me secaba podía oler el café recién hecho que hacía aparecer una sonrisa que se volvió plana al recordar la reunión. Me fui rápida al salón.

-¿Cuánto tiempo falta para la reunión?
-En una hora estamos en la oficina y te sobrará media hora antes de que empieces la reunión. Ahora siéntate para que aura pueda peinarte y puedas desayunar.
-¿Y mi ropa? Tenía ya previsto lo que iba a llevar.
-¿A quién pediste permiso?
-Estabas ocupado.-Respondí vergonzosa mirando al suelo.
-No te preocupes que tienes la ropa sobre la cama.
-Gracias. Eres un amor.

aura terminó y el café con tostadas con jamón me supo a gloria sintiendo el dolor sordo de su culo al estar sentada. Quedaban veinte minutos para salir, así que fuimos para la habitación.
Estaba encantada con el peinado que me había hecho aura gracias a lo que le había pedido. Así que con la ropa que tenía pensada iba a estar espectacular.

-Oye, esa no es la ropa que tenía preparada para la reunión- Dije enfadada
-Lo sé. Pero esa me gusta mucho más.
-Sabes que me gusta controlar bien todo. Y tengo unas normas, amor.
-Sí pero hoy vas a ir como yo quiero. Pantalón blanco con blusa de ligero encaje negro y un detalle azul celeste con manga corta que dejaba ver el hombro derecho. Acompañada con una chaqueta entallada del mismo azul a juego.
-Demasiado llamativa para una reunión tan importante - Me mordí el labio inferior nerviosa.
-Eres la jefa y puedes ir como quieras.
-Ya. ¿Y los zapatos? – Comenté mientras miraba a mi alrededor.
-Ya sabes que no van a desentonar. Blanco con un poco de tacón para que queden rendidos a tus bonitos pies – Los sacó de una bolsa que tenía en el armario.
-Bueno. Algo es verdad. Sigues teniendo un increíble gusto, gracias cariño. Me encanta.
-Vamos para el coche que no llegamos.
-Perfecto. Me voy descalza hasta el coche – Corrí hacia la puerta.

Al llegar él a la puerta. Me dio un azote.

-¡¡Como pica!! – Dije en alto.
-¿No se te olvida algo? -Dijo con voz traviesa.
-¿El qué? – Le dije mirando a sus ojos.
-Haz una reverencia que, aunque te sienta tan bien, he de quitarte Mi Collar.
-¡¡Es verdad!!- Me puse roja pensando en haberlo llevado puesto en la reunión.

Suspiré con pena al sentir como ya no tenía su peso sobre mí.

Entramos al coche. Bajé la ventanilla del coche para respirar el aire de la naturaleza que seguro tendría un olor distinto por toda la pasión de nuestra última noche. Saqué la mano por el hueco que había y parecía que podía tocar la energía que habíamos forjado.

Cerré los ojos y con la fuerza de esa energía comencé a concentrarme en mis pensamientos imaginando los posibles momentos que podrían tener la reunión que en poco tiempo empezaría.

El viaje se me hizo corto. Sentía todavía la energía para afrontar la mañana a pesar del sueño.

-Te dejo en la puerta. Mucha suerte cariño – Me dijo al oído mientras me daba un beso.
-Gracias amor.

Salí del coche. Entré al vestíbulo. Subí al ascensor hasta la planta de la oficina. Me estaban esperando Luisa García mi secretaria y Javier Bordás el abogado.

-Hola Jefa. Ya tenemos todos los expedientes.
-Perfecto. Vamos a la sala de reuniones.

Estuvimos esperando unos diez minutos hasta que desde la portería nos indicaron que estaban subiendo por el ascensor los responsables de la empresa.

-Luisa ve a buscarlos al ascensor y vuelves con ellos aquí. Nosotros salimos a la puerta para recibiros y entramos de nuevo.
-Voy, jefa.

Nos encontramos en la puerta. Nos saludamos y entramos de nuevo a la sala de reuniones.Nos fuimos sentando.

-Bienvenidos señor Martíns y señor Meyer. Si quieren podemos comenzar directamente con la propuesta que nos quieren hacer.
-Muchas gracias, señora Coronel. Le hago entrega del dossier a su secretaria para que puedan verlo, aunque ya les enviamos una copia por email. Nuestra idea es trabajar con ustedes buscando las sinergias que se generarían por su nuevo modelo de investigación y nuestra nueva sección de biotecnología. No es robar su modelo sino dotar a su empresa de herramientas y nueva financiación para llevarlo a su máximo potencial.
-Hemos estudiado su documentación de forma exhaustiva y la verdad que nos conocen muy bien. Mi única duda es que podrían apostar por otras empresas. ¿Se podrán saber cuáles son?
-No le vamos a engañar. Sabe que en Biotecnología el tiempo es oro. Que se necesitan resultados y evaluar cada paso. Dentro de la línea de desarrollo se busca empresas independientes, pero también otra línea que busca desarrollos conjuntos y ampliar las colaboraciones que puedan derivar en ahorro de costes. De momento no le podemos dar nombres si no se adhiere al plan.
-¿Al menos podría saber cuántas empresas serían las que conformen el proyecto?
-La propuesta inicial son diez.
-Nos parece una oportunidad interesante más siendo ustedes líderes en el sector. Entendemos que la empresa apoya nuestra gestión por el estudio que nos han presentado. ¿Quién sería nuestro evaluador?
-Toc-toc-toc. Sonó la puerta al ser golpeada desde fuera.

Se hizo el silencio. Miré a mi secretaria.

-¿Perdón Señorita García esperamos a alguien más para la reunión?
-No tengo constancia, señora Coronel.

De nuevo la puerta sonó.

-Señorita García, por favor-Indiqué con la mano para que fuese hacia la puerta.
-Sí. Señora.

Al llegar a la puerta y abrirla mi secretaria la persona que estaba al otro lado la abrió accediendo al interior.

-Buenos días, Señor Lorenzo -Intenté que mi cara no fuera de sorpresa- ¿Le podemos ayudar?
-Buenos días, señora Coronel. Mis disculpas a todos los presentes por venir ya comenzada la reunión, pero he pensado que podría ayudar en la misma si así les parece bien.
-Yo por mi parte no tengo ningún problema-Mi sorpresa era evidente.
-Nosotros no tenemos ninguno tampoco, además entendemos que puede aclarar algunas de sus dudas ya que ha sido el creador del expediente.
-¿¿Cómo?? – Mi perplejidad iba en aumento- Mis disculpas, pero no entiendo bien.
-Sí, discúlpeme, señora Coronel. Mi equipo de trabajo ha sido quién ha buscado las empresas que se ajustaban a lo que queremos en nuestro proyecto de crecimiento e investigación. Dentro de las mismas encontraron a la que usted dirige, pero claro había un impedimento que iba con las directrices de la empresa que represento. No puede existir ningún vínculo con la empresa colaboradora como en el caso que existe aquí. Nosotros estamos casados.
-¿Entonces? ¿Qué hacemos en esta reunión? -Mi voz cambió a un tono aún más serio.
-Le explico. Los informes recabados por mi equipo eran excelentes, por lo que decidí, aún con las restricciones comentadas, presentarlo a los máximos dirigentes de la empresa. Tras diversas reuniones y exponer férreas medidas de supervisión no se alcanzó un acuerdo siendo desestimada la posibilidad de colaboración. Mostré mi disconformidad y puse a disposición de mis jefes mi cargo para no ser el impedimento que diera al traste una oportunidad única como entendía era dicha posibilidad de colaboración.

Me quedé fijamente mirando a mi Amo con los ojos vidriosos. Había sido capaz de dejar su trabajo de toda la vida por la confianza en mi proyecto.

-Mis jefes sorprendidos por la acción que había llevado a cabo determinaron mantener su confianza en mi laboral frente del equipo, y por tanto dejaban libertad para que decidiese qué empresas debían formar parte del proyecto. Pero siendo una situación especial se acordó que la evaluación fuera más continuada y que si existía una mínima duda debería cesar del cargo por voluntad propia. Mi destino estará ligado al éxito de su empresa, señora Coronel.
-Sin palabras me deja señor Lorenzo.-Y yo pensaba en una reunión sólo complicada.
-No hace falta que diga nada señora Coronel. Con firmar el convenio de colaboración que ya deben conocer por el borrador que les enviamos y que ha sido corregido según las mejoras comentadas en reuniones previas.
-Así que el destino de mi empresa está ligado al de su continuidad de su cargo- Respiré hondo al hacer el comentario.
-Así es señora Coronel.
-¿Ustedes sabían algo señor Martins y Meyer?- Me giré hacia ellos al hacer la pregunta.
-No nos habían informado de ese detalle. Sí sabíamos que el equipo de su marido había trabajado en ese dossier.
-Se ha mantenido en secreto hasta llegada esta reunión para evitar cualquier despiste -Indicó Mi Amo.
-Ahora entiendo todo – Suspiré aliviada al comprender tanta noche de ausencia.
-¿Y bien? ¿Usted y su empresa desean colaborar con nosotros en este proyecto? - Preguntó Mi Amo.
-Nos sentimos halagados. Como empresa es una gran oportunidad de crecimiento, pero a nivel personal es una exigencia muy grande. Sé hasta donde podemos llegar y lo que lo deseamos - Hice una pausa.
-¿Y bien? -Volvió a repetir.
-Necesito pensarlo. No es una negativa o falta de creencia en nuestras posibilidades como empresa. Pero deben entender que debo ajustar prioridades entre vida laboral y vida personal. Les vuelvo a convocar a una reunión en menos de cuarenta y ocho horas. Por favor cuadre la misma por agenda señorita García con el señor Martins y el señor Meyer.
-Por supuesto. Así se hará señora Coronel.

Nos dimos la mano y salimos todos de la sala. Mi Amo se marchó conversando con los representantes de su empresa mientras lo miraba con orgullo.

-Tiene una gran mujer, señor Lorenzo-Comentó el señor Meyer-Se nota quién lleva los pantalones.
-Ya ha visto lo bien que le quedan-Respondí sonriente.
-Es usted un santo-sonrió malicioso.
-Si usted supiera-Indiqué con seriedad.

Sonó mi teléfono personal. Un mensaje de WhatsApp con una foto de una perseida:

-“Odio las sorpresas. Ya me estás llevando a dormir. Después me harás resumen de cómo serán esas evaluaciones y los problemas que nos pueden llegar a separar. No voy a anteponer nuestro amor a mis sueños. Por cierto, lleva seis horas incumpliendo nuestro acuerdo. Sí ya son seis horas porque Su culo me lo recuerda y Su perra naos le echa de menos”


Licencia de Creative Commons

Compromiso es un relato escrito por David publicado el 16-08-2020 14:44:50 y bajo licencia de Creative Commons.

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Comentarios  
Dominant
+9 #10 Dominant 27-08-2020 05:44
Señor David es usted alguien muy grande
Lord Napa
+10 #9 Lord Napa 25-08-2020 14:00
Un saludo y un abrazo a quien lo ha escrito. Menudo potrncial
Leila
+7 #8 Leila 24-08-2020 14:53
Una manera de escribir muy característica y propia de otros tipos de escritores. Pero es precisamente esa mezcla la que hace que sea explosivo. Enhorabuena
Mimi
+9 #7 Mimi 23-08-2020 21:07
Orgullosa de sus letras. Siempre supe de ese potencial. Enhorabuena Señor
Dom Al
+11 #6 Dom Al 21-08-2020 17:55
He flipado al leerlo tienes una estilo muy peculiar y poco usado. He visto que tiees más trabajos hechos. Voy a ojearlos. Un abrazo David
yomismo
+9 #5 yomismo 19-08-2020 05:04
De nota que está muy pensada y muy calculada toda la trama. Eso es una gran virtud Leí el resto de tus histrias y he de decir que eres único escribiendo
R.S.H.
+11 #4 R.S.H. 18-08-2020 15:08
Brutal. A priori parece largo de leer pero realmente se hace corto. Un texto cuidado y muy bien pensado
Nazgul
+5 #3 Nazgul 17-08-2020 21:17
Joder David, te superas en cada nuevo relato. Enhorabuena!!!
shadow
+10 #2 shadow 17-08-2020 19:51
Alucinante es la palabra que lo define
Baranara
+12 #1 Baranara 17-08-2020 16:52
Lo encuentro muy trabajado, me ha dejado pensativa. Me ha gustado mucho
PARTICIPA!! Escribe tu opinión

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