En la ducha
Escrito por Lourdes
En la ducha, el agua caliente recorre mi cuerpo, mis manos hacen lo mismo, mi cara mi cuello, mis tetas, tengo los pezones duros como piedras, los agarro y retuerzo fuerte, más fuerte.
- Ummm, ¡qué placer!.
Estoy muy caliente Mi Amo no está. Quiero llegar cuanto antes a mi coño, para meter mis dedos en él y acariciármelo hasta correrme.
Me siento como una niña mala que desobedece a su Amo y eso hace que mi coño arda más.
- Ahhhh - suspiré
Mi piel es suave y mis dedos, como si estuvieran bailando una danza muy sensual, acarician mi vientre, mis caderas y mi culo.
Me siento como una guarra, sensual y muy lasciva, que va tocando cada vez más fuerte ese cuerpo de vicio que tiene, hecho sólo para el placer.
Me apoyo en la pared, no quiero caerme mientras voy sintiendo las oleadas de placer que mi coñito de niña mala me proporciona. Cierro mis ojos y me sumerjo en ese mundo de gozo, esa lujuria que hace que todo mi cuerpo se mueva.
El Amo ha llegado, sólo escucha el sonido del agua al caer. Sabe dónde estoy.
Va a su habitación, quiere ponerse ropa cómoda, vuelva la cabeza y ve mi tanga negro sobre la cama, lo coge y lo huele intensamente. Huele a mí, al coño de su perrita que tanto lo complace.
Desnudo y con su polla erecta, recordando el olor de su hembra, el Amo se dirige al baño. Se va acercando y poco a poco va oyendo mis gemidos, suaves acompañados con respiraciones entrecortadas.
Mi Amo sabe lo que pasa y sabe que me estoy portando muy mal.
Silenciosamente entra y abre la mampara.
Al sentir un sonido abro mis ojos y veo al Amo con su mirada clavada en mí. Sonríe con una sonrisa malévola que hace temblar todo mi cuerpo.
Ya dentro de la ducha Mi Amo me coge del cuello y:
- ¿Qué estás haciendo perra?
- Dime, ahora.
- Eres una guarra que sólo piensa en darse placer.
Sin mirar la cara de Mí Amo:
- Yo, yo, no quería Mi Amo, no volveré a hacerlo.
- Cierra esa boca de puta que tienes que ahora vas a saber quien es tu amo y a quién debes servir y complacer.
- A mí, sólo a mí.
El Amo hace que me arrodille y mete toda su polla dura en mi boca, el agua cae en mis ojos pero al Amo no le importa, quiere follarme la boca, está muy cabreado conmigo.
Me coge del pelo y tira de él con fuerza, me hace daño y embiste con más rudeza mi boca. Yo me atraganto pero eso parece que al Amo le divierte.
Cuanto se harta de follarme la boca me pone en pie y se acerca a mí, tanto que puedo sentir su respiración en mi piel y su cuerpo pegado al mío. Mi Amo me hace estremecer, temblar, me tiene en sus manos.
Con mi pelo en su mano me da un fuerte beso en el cuello y con su lengua va lamiendo mi cara:
- Eres mía y serás mía yo te enseñaré a que seas una zorrita buena.
Con un tanga limpio que me iba a poner después de la ducha me ata las manos y me muerde los pezones, tanto que me hacen gritar de placer.
Mi Amo mete los dedos en mi coño y me mira a los ojos:
- Eres una perra caliente y te castigaré como te mereces, puta.
Me pone las manos arriba y me da la vuelta contra la pared. Con su mano me echa el culo para atrás y me embiste con su polla sin importar que mi culo esté listo o no.
- Hoy no usaré tu coño, estarás castigada un mes por tu falta.
En cada embestida en mi culo el Amo me da una palmada en cada nalga. Siento su polla que me llena el culo y sus azotes que me van calentando cada vez más.
Mi Amo ruge como la bestia sexual que es y yo no puedo aguantar más, quiero correrme, lo necesito. Me voy moviendo más y los azotes de Mi Amo son más fuertes aún, tengo sus manos clavadas en mi culo.
- Toma mi leche, puta guarra, yo soy tu amo.
Me dice Mi Amo al oído con mi cabeza hacia atrás, sujetándome del pelo a la vez que yo me corro y suspiro intensamente para mi amo.
- Soy tuya Mi Amo. Mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.
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