Un dominante te abre una conversación, lo primero que has de hacer, es mantener la conversación en el lado vainilla hasta que tú te sientas preparada para dar el siguiente paso, pues si es un buen dominante te esperará pacientemente, pero sino lo es, intentará constantemente llevarte a lo sexual, y eso es una señal de que algo no anda bien, mi consejo es que cierres, y a otra cosa mariposa.

Antes de ver el dominante o la sumisa o el sumiso que cada uno lleva dentro, somos personas que nos debemos conocer como tal, con nuestros gustos, pasatiempos, aquello que te hace feliz, o que te saca de tus casillas como que tu familia deje el bote de la pasta de dientes siempre abierto, etc. No tengas prisa por conoceros, cada cosa lleva su tiempo, y como dice el dicho, “cada pasta necesita su propio tiempo de cocción”.

Si ya os habéis conocido, por lo menos lo suficiente como para dar el siguiente paso, es hora de que habléis de vuestras partes sumisa y dominante con total libertad, y es ahí donde también se puede saber si estás conociendo a un buen dominante, o sólo a un “peudo-dominante”.

Un buen dominante siempre mira por su sumisa, por lo que ella necesita en cada momento, la protege como su tesoro más preciado, siempre estará pendiente de ti, muy contrario a aquellos que se hacen pasar por dominantes, los cuales muchos no te harán más caso de lo estipulado, y siempre estarán constantemente pidiéndote el móvil, o alguna forma de contacto más directa, para acelerar el proceso de llevarte a su cama.

No caigas en esta trampa, huye de ahí, y si en algún momento te encuentras en una situación de la que sientes que no puedes escapar, pide ayuda, seguro que siempre habrá alguien cerca para brindártela.
Esperamos haberte ayudado un poco, pero siempre mira varios sitios donde puedas informarte sobre el tema, ya que uno no lo tiene todo. Te deseamos mucha suerte.