Provocación

Recostada
y con el placer en mis ojos,
te miro provocativa,
guiño un ojo
en una sensual invitación.

No dejas de contemplar
la escasa lencería en rojo y negro
que cubre
mi excitante anatomía.

Rojo como la textura intensa
de la flor púrpura y húmeda
entre mis piernas.

Negro como tus deseos oscuros,
locos y perversos
de poseerme a tu antojo.

Sonrío con malicia,
abro mis piernas
y te permito ver el bocado
que has de devorar
con prisa y deseo.

Te seduzco, me posees,
en un gemido me haces tuya,
amor salvaje,
mi perversión.