¿Nacemos sumisos o nos hacemos con el tiempo? Esta es una pregunta muy interesante, que he escuchado muchas veces. Como dominante, he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas en el mundo BDSM y he encontrado que la respuesta es un poco complicada. En mi experiencia, hay una combinación de factores que influyen en si alguien es sumiso o no.
En primer lugar, creo que algunos de nosotros nacemos con una predisposición a ser sumisos o dominantes. Algunos niños y niñas tienen una personalidad más sumisa desde una edad temprana, mientras que otros pueden ser más agresivos o dominantes. Sin embargo, no creo que esto sea algo absoluto. A medida que crecemos, experimentamos diferentes cosas que pueden influir en nuestra personalidad y nuestra forma de ver el mundo.
En segundo lugar, creo que la cultura en la que crecemos también puede tener un gran impacto en nuestra forma de ser sumisos o dominantes. Si crecemos en una cultura que valora la sumisión, es más probable que seamos sumisos, mientras que si crecemos en una cultura que valora la dominación, es más probable que seamos dominantes. Por ejemplo, en algunas culturas, las mujeres son enseñadas desde una edad temprana a ser sumisas y a obedecer a los hombres, mientras que en otras culturas, se fomenta la igualdad de género y la independencia.
Por último, creo que nuestras experiencias personales también influyen en nuestra personalidad y nuestra forma de ser sumisos o dominantes. Algunas personas pueden haber tenido experiencias traumáticas que las hacen sentir más seguras siendo sumisas, mientras que otras pueden haber tenido experiencias que las hacen sentir más cómodas tomando el control.
Como dominante, he tenido la oportunidad de conocer a muchas sumisas con diferentes antecedentes, personalidades y experiencias. He encontrado que cada sumisa es única y tiene su propia historia que contar. Algunas de mis sumisas han sido sumisas desde una edad temprana, mientras que otras se convirtieron en sumisas más tarde en la vida. Algunas de ellas han sido influenciadas por la cultura en la que crecieron, mientras que otras han sido influenciadas por sus experiencias personales.
En mi experiencia, no hay una respuesta correcta o incorrecta a la pregunta de si nacemos sumisos o nos hacemos con el tiempo. Lo que importa es lo que funciona para cada persona y lo que las hace sentir cómodas y seguras. Como dominante, mi trabajo es respetar a mis sumisas y ayudarlas a explorar su propia sexualidad y su propia forma de ser sumisas.
En resumen, creo que la pregunta de si nacemos sumisos o nos hacemos con el tiempo es un poco complicada. Hay muchos factores que influyen en nuestra personalidad y nuestra forma de ser sumisos o dominantes. Lo que importa es encontrar lo que funciona para cada persona y respetar su elección. Como dominante, mi trabajo es ayudar a mis sumisas a explorar su sexualidad de una manera segura, sana y consensuada.