En mi opinión, la sexualidad en todas sus facetas es muy personal y heterogénea. La pregunta de nacemos o nos formamos se puede aplicar a cualquier pulsión o deseo de nuestra psiquis, y creo que la respuesta varía de individuo a individuo.
En mi experiencia personal, creo que nací con la predisposición, pero también que han sido los estímulos externos quienes terminaron de moldearme.
Hay un cortometraje de Oriol Colomer, llamado "Mía", que está en la sección de películas de esta web, con el cual me identifico bastante.
La primera fantasía erótica que recuerdo es de cuando era muy niño, haría seis años, y estaba mirando unos cortos animados japoneses. Ni siquiera recuerdo el nombre de la serie. La protagonista era una niña que tenía el poder de transformarse y cambiaba su vestimenta. El villano, que le perseguía, iba vestido de marinero, era musculoso y viril. Recuerdo que mirando ese capítulo, comencé a imaginar que el villano me perseguía y me forzaba. Instintivamente comencé a rozar mi pollita contra el colchón, hasta que empezó a palpitar dándome un tipo de placer que apenas comenzaba a experimentar. Por supuesto pasaron muchos años antes de que comenzará a tener erecciones. En esos momentos ni siquiera sabía exactamente cómo se tenía sexo.
Luego, con el tiempo, esa escena se fue repitiendo con chicos del barrio. Algunos de mi edad, otros mayores, algunos de la familia. Siempre buscaba, diría que casi conscientemente el lugar del abusado. Me convertía, sin darme cuenta, en víctima de mi propio deseo, que me llevaba a exponerme a situaciones que no eran necesariamente consensuadas. En algún caso, si se trató de un abuso. Un abuso que no perdono hasta el día de hoy.
El cortometraje que mencioné, me ha hecho entender que el buscar activa y conscientemente una relación de D/s es una forma de convertir en algo positivo un pasado que no lo fue.
En resumen, creo que soy y me hicieron.