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Ama Carmen (cap.2)
Escrito por duq

CAPITULO 2

(se recomienda leer el capitulo anterior)

Carmen probaba el ir llevándolo siempre un poco más allá, le iba imponiendo retos que luego le empujaba a saltar, disfrutaba con ese juego y disfrutaba mucho de ir sometiéndolo.

- Estoy esperando tu respuesta Toni.

- Estoy donde quiero estar Carmen, quiero estar a tu lado Carmen y será como tú quieras Carmen, lo sabes de sobra.

- Y que más debes decir Toni.

- Perdóname por lo que he dicho Carmen, perdóname, lo que tu decidas es lo que yo quiero.

- Me gusta que uses el perdón, acostúmbrate a usarlo y recuerda que siempre debes ser muy educado y agradecido conmigo, no soporto ciertas actitudes, aun menos en ti y no te voy a tolerar que me cuestiones o que discrepes de lo que digo o decido.

- Si Carmen.

- Mira Toni por tu actitud de ahora al informarte de mi decisión de que quiero que estes en casa cuando haya quedado con algún amante y para poder corregirte como es debido he decidido que además de que quiero que estes en casa, quiero que seas amable con mis amantes y que nos sirvas alguna bebida o refresco o copa, lo que necesitemos, de alguna manera lo que ya haces conmigo de servirme, quiero que lo hagas con mis amantes.

- Pero Carmen …

- No he terminado Toni y piensa bien lo que vas a decir, esto aún puede ir más allá, incluso a que me replantee la boda, se cómo quiero las cosas y para ti solo hay un camino, si he decidido que seas un cornudo y hacerlo público, tu solo puedes aceptarlo de buen grado como es mi deseo o decirme que no y seguir tu vida por otro lado.

- Hare todo lo que tú quieras Carmen, perdóname por hablar sin pensar.

- Acaso piensas que no me doy cuenta que estas excitado y que tu triste polla se te pone dura cuando te humillo?

El totalmente sonrojado bajo sus manos a esconder ese pequeño bulto en sus pantalones.

- Cometes el error de subestimarme Toni, te niegas a ti mismo cuando serias un excelente esclavo sumiso.

- Perdóname Carmen.

Carmen se puso en pie y con delicadeza se quitó su pequeña braga subiendo la falda de su vestido ante la atónita mirada de Toni, ella sabía que no había peligro alguno pues su compartimiento tenía la puerta cerrada.

Se volvió a sentar y le dio la braga a Toni.

- Toma, huélela y después la lames bien, veras lo húmeda y excitada que me pone el someterte y humillarte.

El cogió la braga como si de un tesoro se tratara y la olio teniéndola en sus dos manos, deseaba que ese aroma a lo más íntimo de su querida Carmen se quedase en el cómo un perfume.

A una indicación de ella, besaba la braga y busco la parte más húmeda para lamerla y así también saborear aquellos jugos que tanto le gustaban, ya hacía tiempo que había aprendido a excitarse y disfrutar comiéndole el coño a Carmen y gozaba mucho con ello, además de haber adquirido bastante destreza en hacerla gozar y darle placer con su lengua.

Aquellos juegos, ya que Toni los consideraba solo juegos, a el le excitaban y le gustaban mucho, se sentía perdidamente adicto a Carmen cuando ella era morbosa y jugaba con sus excitaciones.

- No imaginas Toni lo que me gusta cuando me obedeces.

- Gracias Carmen.

- Ponte en pie y quítate los pantalones, le dijo Carmen.

- Pero puede venir alguien Carmen, le dijo el.

Carmen alargo su mano y le soltó un bofetón, él no lo esperaba y se quedó sin saber que decir, nunca antes le había dado un bofetón aunque alguna vez le tiraba de los pelos o le daba cocotazos cuando le estaba practicando oral.

- No me cuestiones más!!

Obedece y calla o de verdad que deberé empezar a disciplinarte físicamente.

La puerta está cerrada con llave, piensas que soy una loca?

Él se sintió entonces compungido y avergonzado, no quería ni pretendía cuestionarla, solo estaba atemorizado de donde le podían llevar aquellos juegos de Carmen, con temor por una parte y con excitación por otra.

- Perdóname Carmen, dijo poniéndose en pie y quitándose los pantalones, obedeciendo a lo que le había ordenado.

- Ahora quítate los slips y guárdalos en tu bolsa de viaje.

El obedecía y Carmen se dio cuenta de que la tenía dura, estaba excitado.

- Vaya con el que no quiere ser mi esclavo, se le pone dura cuando lo humillo o le doy un bofetón, de verdad Toni que voy a empezar a replantearme el castigarte con azotes.

Él no sabía que decir, pero su polla estaba dura y el muy excitado.

- Ponte mi braga, que sientas mi humedad.

Él se la puso pero obviamente con su erección apenas le cubría la polla.

- Eso hay que bajarlo, ponte de rodillas y hazte una paja, ojo donde te corres que después deberás lamerlo y tragártelo como yo te he enseñado, venga vamos.

Ella abrió un poco sus piernas para ofrecerle la vista de su coño totalmente húmedo coronado por aquella franja pequeñita de pelo muy arreglado que le gustaba llevar, el a la vista de ese sexo que tanto deseaba de su amada Carmen se encendió y excito aún más de lo ya estaba y apenas duro masturbándose unos instantes, cuando se iba a correr y por lo que le había dicho Carmen, puso su otra mano delante de su polla y ahí fue toda su leche, después sin esperar orden alguna y como le gustaba y le había enseñado Carmen que debía hacer, acerco su mano a su boca y lamio aquel semen tragándolo todo y dejando limpia su mano.

Cuando lo había hecho, iba a ponerse en pie.

- No, espera, sigue así, me gusta tu imagen de rodillas ante mí, es muy excitante.

Has visto lo que has durado? Así esperas complacerme a mí?

Ahora habrás entendido una vez más por qué no me follas, ni me follaras más y por qué debo buscar lo que deseo y no tengo en casa, verdad?

Estoy esperando, que se dice después de haberte corrido?

- Gracias Carmen, muchas gracias por permitirme correrme.

Te entiendo perfectamente y te amo Carmen, sabes que estoy loco por ti, lo que tu decidas esta bien y seguro que es lo adecuado.

- Así es Toni.

Dime estaba bueno tu semen?

- Ya me voy acostumbrando Carmen, ya no es tan desagradable.

- Quizás es el momento de avanzar en eso y de que pruebes el de otros.

- Por favor Carmen, no sé si estoy preparado para lamer y tragar el semen de otro.

- Un buen cornudo lo hace Toni y tú lo harás cuando yo lo decida y así te lo ordene.

- Si Carmen, dijo el a regañadientes.

- Porque se te ha puesto tan dura, por el bofetón?

- No se que decirte Carmen, es algo nuevo para mí.

- También quizás es el momento de ir avanzando en el castigo físico y la disciplina, lo pensare.

Ponte en pie y súbete la braga, no quiero ver más tu triste polla.

El hizo lo que le dijo y entonces ella le indico que se acercase a ella, cuando estaba al lado con su mano fue acariciando su culo y ajustando la braga a él.

- Te queda muy bien la braga, déjatela puesta hoy, estoy pensando que te hace el culo muy bonito, muy apetecible, a partir de ahora llevaras bragas, nada de slips, cuando lleguemos a casa recógelos todos los que tengas en una caja y nos olvidaremos de ellos, mañana te comprare bragas para que tengas de sobra y siempre te vestirás con ellas.

- Si Carmen, le dijo un contenido Toni que sabía que protestar a aquello era mala idea, muy mala idea.

- Estoy pensando que te van a quedar genial las tangas de hilo por detrás, harán tu culo aún más apetecible, incluso estoy pensando en follarte el culo alguna vez, siempre he deseado hacerlo.

Tu no digas nada que ya imagino lo que piensas pero no me importa, al final será lo que yo decida y cuando lo decida, solo quédate con que me apetece follarte ese culo y hacerlo mío y sé que disfrutaras.

Ponte los pantalones y disfruta de llevar mi braga.

Él se subió los pantalones y se arregló un poco, cuando iba hacia el lavabo a lavarse las manos, Carmen le dijo que no, que quería que llevase el aroma de su semen en su mano aún.

- Ve a la cafetería y tráeme un café, compra también un paquete de tabaco y me lo traes, tu si quieres tomar algo también puedes hacerlo.

- Carmen aquí tenemos servicio del propio tren y nos lo pueden traer.

- Lo sé, y … ¿?

- Nada perdona, voy ahora mismo.

- Aun no entiendes nada, pero lo entenderás, le dijo Carmen, ve y no tardes.

- Tu no fumabas Carmen, es que ahora fumas?

- Solo fumo cuando me apetece y ahora me apetece, sigo sin ser fumadora, pero eso no importa, he dicho ve y no tardes, dijo mirándolo fijamente.

Él fue hacia el vagón cafetería y se dio cuenta de que al andar la braga se le metía en el culo y eso le molestaba al principio pero después le hacía sentir algo, una sensación extraña, que no sabía si le gustaba o no, también se dio cuenta de que eso era lo que pretendía Carmen, se prometió a sí mismo no dudar más, seguir sus directrices y no ser tan poco dado a las novedades o a que le sacaran de su zona de confort.

El resto del viaje transcurrió tranquilo, Carmen se dedicó a estar con su teléfono móvil en la aplicación de contactos, también se dio de alta en un grupo de BDSM de su ciudad para ir conociendo gente con gustos similares y atendió un par de llamadas, una era de su madre que no entendía bien por qué eso de quedarse a vivir en la casa de los tíos de Toño, no llegaron a discutir pero casi, eran dos caracteres fuertes y muchas veces chocaban aunque luego no podían vivir la una sin la otra y aún más desde que su padre falleció hacía unos 3 años, eran una muy reducida familia. Finalmente quedaron en que ella se pasaba por casa su madre hoy cuando llegaran o al día siguiente y hablarían tranquilamente.

También hablo con una buena amiga para avisarle de su vuelta, era una amiga que siempre la ayudo mucho y con la que tenía mucha confianza, también quedo con ella en que se llamarían y así de podrían ver.

Cuando llegaron a la estación había un coche esperándolos, Carmen lo había previsto todo y no quería tener problemas de desplazamiento, en el coche Toni cargo las maletas que llevaban con ellos y las bolsas de viaje y les llevo a su nueva casa, una vez que se bajó del coche Carmen le dijo al chofer que esperase que quizás le necesitase, pasaron todo el equipaje a la casa y Carmen dio una vuelta para confirmar que la empresa de limpieza había hecho bien su trabajo, efectivamente estaba todo en orden y no había fotos, ni objetos de decoración de recuerdos familiares, dio su aprobación a todo y fue hacia su dormitorio.

- Toni quiero que pongas sabanas nuevas que habrán dejado la empresa que contarte por algún sitio en la cama y que subas las maletas y deshagas el equipaje, lo colocas todo en los armarios como sabes que me gusta y ya sabes que este armario es para mis cosas, las tuyas usan aquella esquina o el de otro dormitorio.

- Si Carmen.

- Después llamas un taxi y vas al super, haz la compra de todo lo que te anotado en la lista, no te olvides de los tampones que me gustan y del lubricante vaginal, tráete también un par de cajas de preservativos.

Yo creo que me voy a acercar a ver a mi madre y así me quito eso de hacerlo mañana que tengo el día más agobiado, además por teléfono la he notado preocupada y sin entender esto de la casa.

- Ya te lo dije que tu madre le molestaría, quieres que vaya contigo cariño, le dijo el.

- No, tu haz lo que te he dicho y como te lo he dicho, lo de mi madre es cosa mía.

Salió de la casa y se subió de nuevo al vehículo que la esperaba.

- Hola mama, como estas?, le dijo al entrar y al darle un par de besos.

- Hola cariño, que ganas de verte, le respondió su madre dándole un abrazo.

Su madre era una mujer que siempre se había cuidado mucho y para su edad, estaría por los cincuenta y poco, aún era una mujer muy guapa y atractiva, destacaba de ella que siempre iba muy bien arreglada, siempre con tacones y siempre muy femenina, con unos modales muy cuidados y una educación exquisita, siempre había sido una mujer con mucho carácter lo cual chocaba con que su marido y padre de Carmen tenía poco carácter y era ella quien decidía y controlaba, físicamente era alta, casi 1,70, morena, ojos oscuros, buenos pechos y un culo precioso, aunque no estaba delgada, tampoco estaba gordita, quizás algún kilo de más en un cuerpo con curvas de infarto, la hija le había salido a la madre, no solo en el carácter, también en el físico, porque aunque Carmen fuera mucha Carmen, Doña Inés siempre fue mucha Doña Inés.

- Siéntate Carmen, dados los últimos acontecimientos desde hace un tiempo creo que ya tenemos que tener la conversación que quizás hubiese tenido que tener contigo hace tiempo, quieres un café?

- No mama, no quiero café, dime, que conversación es esa.

Ambas se sentaron en el salón, en los sillones más cómodos que había y Doña Inés después de su suspiro profundo.

- No creas que no me doy cuenta de por dónde va tu vida, soy tu madre y no soy tonta Carmen.

- No te entiendo mama.

- Bueno aunque vives en pareja tu eres la que decide todo en esa pareja, además de controlarlo todo y de que nada se haga sin tu aprobación.

- No entres en las cuestiones de nuestra pareja mama, ya te lo he dicho varias veces.

- Me fijo en detalles Carmen y voy atando cabos sueltos, pero solo porque eres mi hija y me intereso por mi hija, mira, tu decidiste donde debía estudiar Toño, tu decidiste que era mejor coger una casa y vivir juntos, tu decidiste que casa, luego ocurrió la desgracia de los padres y tíos de Toño y tú te hiciste cargo de todo, lo controlas todo, pese a ser una chica con criterio propio y mucho carácter sigues teniendo un novio que es un cero a la izquierda, pero que te resulta cómodo y te hace la vida más sencilla.

- También tu tuviste así a papa.

- Claro y por eso tenemos esta conversación, soy una mujer dominante, Domina o hembra alfa llámala como quieras y como se lo que significó para mi darme cuenta de aquello pensé que debíamos hablar.

- Que dices mama? Me dejas sin saber que decir.

- Recuerdas de pequeña que siempre estabas preguntando que había en aquel armario que siempre estaba cerrado con llave?

- Claro que lo recuerdo, la curiosidad me mataba y allí guardabais los ciertos archivos familiares que no queríais que salieran a la luz.

- Eso fue lo que se le ocurrió a tu padre para que no preguntases más.

Toma la llave y mira lo que hay en ese armario.

Carmen cogió la llave de la mano de su madre y se dirigió a la habitación que era el estudio de su padre, su madre fue tras ella, allí llego a aquel armario y dándole un par de vueltas a la llave abrió la puerta, al abrirla se quedó perpleja, miro a su madre y no salía de su sorpresa, en aquel armario había correas y collares de cuero, varas, fustas, látigos, barras de acero, muñequeras de cuero, al menos dos arnés con diferentes dildos, algún plug, mordazas, paletas y flagelos de cuero, pinzas de diferentes tipos y un pequeño sello de hierro con una I, que Carmen se quedó mirando sin saber bien lo que era.

- Es para marcar a mis esclavos en propiedad, tu padre la llevaba con mucho orgullo.

- Era tu esclavo?

- Si, desde que nos conocimos con 20 años, fue un excelente sumiso.

- Me dejas sin saber que decir mama.

- Volvamos al salón por favor.

Ambas mujeres volvieron al salón y se sentaron.

- No sé si ya me crees en lo que te digo pero no obstante iré más lejos ya que no quiero tener secretos contigo a partir de ahora.

Entonces Inés cogió su móvil e hizo una llamada, cuando le respondieron solo dijo.

- Ven aquí enseguida.

Luego colgó y siguió charlando con su hija.

- Veo en ti todos los signos que me dan a entender que eres una Domina con todo por vivir, yo tuve la suerte de encontrar personas que me ayudaron y aprendí a entender que lo que deseaba y necesitaba no era nada extraño, simplemente era diferente, que mis placeres iban más allá de un polvo o de follar y que el poder hay que saber gestionarlo o una puede dañar a personas que no les desea mal.

Quería tener esta conversación contigo porque no se en que etapa estas pero negarte a lo que es tu naturaleza es una mala decisión, es frustrante y nada aconsejable, también lo es el gestionar mal las emociones, sentimientos o el propio poder.

Carmen escuchaba y no daba crédito, aquella charla la deseaba, la hubiese necesitado un tiempo antes para no sorprenderse de sus reacciones o de sus decisiones, para no sentirse mal por las elecciones que hacía o las cosas locas y disparatadas a los ojos del resto de gente que hacía, para ella misma sentirse arropada, segura y sobre todo comprendida.

- No sé si te puedo ayudar, pero quiero que sepas que estoy aquí y que para lo que me necesites me tienes Carmen.

Quizás por temor a no saber afrontarlo cuando detecte los primeros detalles debería de haber hablado contigo, pero no lo hice y ahora cuando me contaste lo de la casa y como controlabas todo, fue cuando tome la determinación de tener esta charla.

- No sé qué decirte mama, me agrada todo lo que me dices porque me hace estar más serena, efectivamente soy Domina y he ido descubriendo cosas que desconocía por mí misma, placeres, deseos y necesidades.

Con Toño voy despacio, él es un sumiso en potencia pero le cuesta reconocérselo, pero se someterá totalmente a mí, estoy segura de ello, de momento no me da problemas, es más su miedo a que lo deje que su orgullo, pero me encanta humillarlo, me da placer hacerlo y he descubierto que a él también.

- Entonces no hay duda de que es un verdadero sumiso, le dijo la madre.

- Es más, en el tren por algo inconveniente que dijo sin pensarlo le di un bofetón y se empalmo al instante.

- Aun mantenéis relaciones sexuales convencionales?

- No, hace ya mucho tiempo que no, le he hecho cornudo consentido, le permito hacerse alguna paja y poco más, sí que como premio le dejo que me coma el coño y el culo, la verdad es que lo hace genial supongo que por tanta práctica.

- Piensa que el adiestramiento en un sumiso es fundamental, así que no tengas prisa.

En ese momento tocaron a la puerta.

La madre cogió su móvil y realizo una llamada, el teléfono sonó en la puerta.

- Eres tú?, dijo Inés.

- Si, soy yo Ama Inés.

- Bien, usa tus llaves y cuando entres a casa compórtate como el perro sumiso que eres, usa tu protocolo, se educado y respetuoso.

No dio opción a respuesta, colgó.

- Es mi sumiso, por si aun tenías dudas quería que lo conocieras, me pertenece ya muchos años y antes de que me preguntes si, tu padre conocía de su existencia, eran amigos y muchas veces me han servido y los he usado juntos.

Se oyó la puerta abrirse y cerrar, después unos ruidos que Carmen supuso que se estaba desnudando pues ya no se oyeron pisadas y de repente entro en el salón Manuel el director del banco que claro que Carmen le conocía, es más había estado negociando con el hacia poco tiempo las operaciones para invertir que había realizado.

Estaba realmente ridículo y humillado, primero porque no esperaba que yo estuviese allí, después porque iba desnudo completamente, todo depilado y solo llevaba un tanga rosa minúsculo que apenas le recogía sus atributos que llevaba encerrados en una jaulita metálica, un dispositivo de castidad precioso.

Se puso de rodillas conforme entro al salón y así fue hasta su Ama, mi madre, para besarle los pies y saludarla.

- Ella es mi hija, creo que ya la conoces, pero quiero que sepas que a partir de hoy deberás aplicarle el mismo tratamiento que a mí y la obedecerás en todo lo que ella te solicite.

- Si mi Ama Inés.

Se acerco a mí y beso mis pies de manera sumisa y dando unas lamidas largas y húmedas.

- Buenas tardes Señora Carmen, un placer saludarla.

- Hola perrito, el placer es mío.

- Por cierto Carmen las sandalias que llevas son preciosas.

Carmen tenía el mismo gusto por el calzado que su madre y siempre le gustaba llevar tacones, se sentía mejor con ellos.

- Manu vete a tu esquina y allí me esperas de rodillas y los brazos tras la cabeza.

Cuando se dio la vuelta para ir de rodillas hasta la esquina del salón donde le había ordenado ponerse su Ama, Carmen se fijó en su trasero, con unas más que evidentes marcas de vara.

- Veo que te gusta usar la vara mama.

- El placer que da poder producir dolor en otra persona, ese componente sádico que todos en mayor o menor medida tenemos dentro es genial, fantástico, y claro que sí que disfruto mucho azotándolo.

La verdad es que desde que nos dejó tu padre Manu me ha ayudado mucho a seguir hacia delante y a no decaer, pues para mí la perdida fue tremendamente dolorosa.

- Imagino que sí, no quiero ni pensarlo y me agrada mucho saber toda esta faceta tuya que ahora estoy conociendo, no imaginaba nada y aun menos el que compartiéramos gustos y deseos.

- Creo que no hace falta ni decirlo pero puedes usarlo cuando te apetezca, anótate su teléfono y úsalo cuando quieras, no necesitas autorización mía.

- Entonces supongo que cuando hice la operación para invertir el capital que hemos heredado las condiciones que conseguí no solo son merito mío.

- Un poquito te ayude yo, dijo su madre sonriendo, Manu me aviso cuando te pusiste en contacto con él y soy consciente de que el hizo todo lo que pudo por expresa orden mía de conseguirte unas condiciones muy ventajosas para ti.

- Bueno, pues debo digerir toda la cantidad de información que hoy estoy recibiendo pero me agrada mucho que la hayas compartido conmigo mama, te lo agradezco y sé que no te ha resultado sencillo.

Pero ahora tu debes entender que yo debo hacer mi propio camino, tomar mis propias decisiones con errores y aciertos, pero debe ser el que yo decida sin tener presiones.

- Lo entiendo y no pretendo cometer ninguna injerencia, solo decirte que estoy aquí para lo que necesites.

- Tengo que volver a relacionarme con gente por aquí y conocer a más gente, todo se anduviera, sabía que no sería sencillo pero haberme quedado escondida de dónde vengo no hubiese sido buena solución, haberme quedado a realizar un master, algo que sopese por mantenerme allí uno o dos años más, no creo que hubiese sido bueno para mí.

Quería tener mi independencia, por eso lo de la casa y tomar mis propias decisiones.

- Y porque casarte?

- Deseo vivir mi vida pero no quiero que Toño sea infeliz, la boda le hace a el feliz, a mí no, no la necesito, es más estoy pensando en llevarme un par de sementales para la noche de bodas y hacerle ver cómo me follan, pero bueno, sea como fuere me casare aunque él lo tiene ya muy claro y te aseguro que será una boda totalmente atípica.

- Tu sabrás hija, pero piensa bien todo lo que decides, si puedes no des pasos en falso o tomes decisiones que luego te pesen.

- Si mama, no te preocupes.

- Me gustaría presentarte a mi circulo BDSM, solo si te apetece, creo que en fechas próximas habrá una fiesta en la que se admiten sumisos y sumisas nuevos o menos conocidos, desde luego todos estudiados e investigados para no meter indeseables y la fiesta consiste en que ellos se ofrecen para ser azotados, luego las Señoras deciden si lo hacen o no, siempre es divertida y desde luego se deja una mucha tensión allí.

- Suena bien eso mama, llámame y dime fecha, me lo anoto y sí que me apetece.

Ambas se levantaron y se dieron una abrazo y unos besos de despedida.

- Perro, despídete que Carmen se va, le dijo Inés.

El vino a cuatro patas desde su esquina y beso de nuevo los pies de Carmen.

- Gracias por su visita Señora Carmen, ha sido un placer recibirla.

- Tiene buena lengua el perro, le dijo Carmen a su madre.

- En los orales es de buena calificación, mis amigas siempre me lo dicen, cumple muy bien, dijo Inés.

- Habrá que probarlo entonces, dijo Carmen sonriendo.

Salido de la casa, se subió al coche que le esperaba y regreso a su nueva casa, allí le esperaba Toño que se puso muy contento cuando la vio llegar.

- Hola cariño, todo bien? Y tu madre, bien? O está muy enfadada, le dijo.

- Mi madre bien, esta enfadada lo justo, le hubiesen gustado las cosas de otra manera pero debe de acostumbrarse a que ciertas decisiones son solo mías.

- No seas muy dura con tu madre Carmen solo quiere lo mejor para ti.

- Has desecho las maletas? Lo has colocado todo en su sitio?

Has comprado todo?

- Si Carmen he hecho todo lo que me has encargado, ahora me dirás si todo es correcto y esta como tú quieres.

- Espero que sí, sígueme al dormitorio.

Él se fue tras ella al dormitorio, allí cuando llegaron Carmen abrió los armarios y fue repasando como había colocado las cosas, solo un par de vestidos estaban mal colocados, se lo dijo tirándole de una oreja y él los puso de manera correcta, después miro en el aseo, las cosas de Carmen, dio su aprobación sin mucho entusiasmo y le dio un cocotazo de advertencia diciéndole y reclamándole que se tomara más interés en realizar y hacer las cosas como a ella le gustaba, que era expreso deseo de ella y esperaba que él lo cumpliera escrupulosamente.

- Si Carmen, no te preocupes, perdóname, lo hare más a tu gusto la próxima vez.

- Se te acaba el crédito Toni, no me hagas enfadar.

Carmen salió del aseo del dormitorio principal y se fue hacia la cama, se sentó en ella y le pidió a Toni que le quitase las sandalias, que necesitaba relajar sus pies, el con presteza se arrodillo ante ella le desato las sandalias y le ofreció un masaje en sus pies para descansarlos, cuando se lo estaba dando.

- Esto deberías de aprender a hacerlo con la boca Toni, seria delicioso sentir tu lengua en mis pies, una adoración de pies a tu Diosa.

- Tu eres mi Diosa y yo te adoro como quieras Carmen, le dijo Toni mientras bajaba su cabeza y besaba sus pies.

- Te quiero más sumiso y entregado Toni, me gusta más humillado ante mí.

El callaba y seguía besando sus pies, los besaba con amor pero no los lamia con veneración que era lo que ella deseaba.

- Dime una cosa Toni y se sinceró, bueno siempre quiero que seas sincero, aun mas en esta etapa de cambios en nuestra vida, tu irías de buen grado a una escuela de sumisos?

- Siempre soy sincero contigo Carmen, no sé lo que es una escuela de sumisos, existe eso?

- Claro que existe, te enseñan modales, formas y maneras de comportarse ante una Dama, maneras de expresión, te enseñan a ser humillado, azotado, expuesto, castigado, follado, etc., todo lo que la Ama del sumiso desea que el sumiso aprenda.

- Desconocía que ese tipo de escuelas existiera.

- Respóndeme a lo que te he preguntado Toni.

- Me da cierto temor y pudor hacer público mis intimidades, no sé cómo reaccionaría ante ese tipo de cosas con extraños de por medio, para mí eso sería algo muy fuerte, no creo eso fuera para mí, no sé, supongo que si tu deseas que sea tu sumiso me gustaría que tú me enseñaras que y como hacer, no se Carmen es una cuestión difícil de responder.

- Ya has dado la respuesta Toni, sin querer la has dado, no estarías dispuesto a ir por mí, porque aunque fuera mi deseo tu no irías de buen grado, aun has de aceptar tu sumisión, no entiendo porque te niegas, pero es igual, llegara el momento.

- Acaso es algo que te planteas Carmen.

- Si, claro que me lo planteo, te deseo sumiso, entregado y como mi esclavo personal, pero tu aun no sabes ni siquiera llegas a imaginar el honor que eso significa.

Me encantaría poder acelerar todo el proceso ya, siento que te deseo arrastrado ante mí ya, tratándome como tu Diosa y Dueña, me encantaría enviarte a una escuela de sumisos y que allí aprendieses todo lo que debes para complacerme.

Él se quedó callado ante aquella declaración de Carmen y no supo que decir.

- Ayúdame a quitarme el vestido, le dijo.

Él se puso en pie y la ayudo bajándole la cremallera y recogiendo el vestido para colgarlo en el armario, entonces se dio cuenta que no llevaba braga desde el tren, que la braga de Carmen la llevaba el.

Llevo el vestido al armario y lo colgó en un hueco que había apretando el resto.

- Ahora desabróchame el sujetador.

Ella seguía en pie entre el armario y la cama, él le desabrocho el sujetador y se lo saco, ella quedo desnuda completamente y volvió a sentarse en la cama.

- El sujetador es para lavar Toni, por cierto debes llevar cuidado al lavar mi lencería, hay algunas cosas que se me han estropeado y eso me enfada porque son prendas muy delicadas.

- La lavadora que teníamos en la otra casa no era del todo buena, probare con esta de aquí Carmen.

- Y no te has planteado lavar mi lencería a mano?

- Eso sería lo ideal por el tipo de tejido Carmen pero el problema es el tiempo.

- A partir de ahora quiero que toda mi lencería la laves a mano.

- Pero Carmen …

- No me has oído?

- Si, perdona Carmen.

- Mejor así.

Desnúdate y quédate en bragas.

Él se desnudó y se quedó solo con las bragas de Carmen puestas.

- Quédate en pie de momento, realmente te hacen un culo precioso y apetecible.

Ahora buscare algunas otras mías para dártelas y que mañana te las pongas, ya sabes que nada de slips a partir de ahora.

Date la vuelta, así muy bien.

Que tal te has sentido?

- Ha sido extraño, pensé que se me notaban y que todo el mundo se daría cuenta, pero son mis temores estúpidos, mi pudor, la verdad es que me he sentido bien, me ha resultado morboso.

- Y el que te prohíba llevar más slips y ahora llevar bragas?

- Por un lado no sé qué pasara me da pánico que me vean, por otro es una sensación extraña pero agradable, ese morbo, complacerte.

- Estas en el camino Toni.

A partir de mañana serán tangas y te excitarán más, ya verás.

Ahora me apetece que me comas el coño y hagas que me corra, necesito relajarme, pero tú no tienes permitido ni tocarte y aun mucho menos correrte, pero antes he de hacer algo, ven acércate, le dijo.

Él se acercó y entonces ella le dio dos bofetones que casi lo hacen caer pues no los esperaba.

continuara ...

agradezco comentarios y también criticas


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Ama Carmen (cap.2) es un relato escrito por duq publicado el 06-07-2022 08:26:27 y bajo licencia de Creative Commons.

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